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Tenemos la suerte de vivir en un país con infinidad de opciones turísticas, algo que contrasta con nuestro empecinamiento en buscar lugares fuera de nuestras fronteras para pasar las vacaciones. Muchos turistas no entienden cómo no aprovechamos las numerosísimas opciones veraniegas de las que disponemos en España, y una de ellas sin duda es pasar unas buenas vacaciones en la Costa del Sol malacitana. Te damos los motivos para hacerlo.
Por qué pasar las vacaciones en la Costa del Sol
El Mediterráneo español está repleto de playas que valen su peso en oro, y en la Costa del Sol las hay a miles. Torremolinos, Benalmádena o Fuengirola cuentan con muchísimos kilómetros de arena y mar para todos los gustos. Además, al ser un destino turístico muy nutrido y valorado, las condiciones y equipamientos de estas son siempre completos, sin olvidarnos del buen número de terrazas, bares y restaurantes adyacentes.
La costa este de Andalucía, sobre todo la que comprende las provincias de Málaga y Almería, son las más áridas de España, donde el sol reina más de 300 días de media al año. Viajar a esta tierra es sinónimo de buen tiempo, por lo que el clima nunca va a suponer un problema para tus vacaciones. Por lo general, el sol reinará en todas tus jornadas veraniegas.
Hablamos de la Costa del Sol y parece que la única opción es coger el bañador y la crema solar para pasarnos todo el día tumbados en la playa. Ciertamente es una posibilidad atractiva, pero no exclusiva. La provincia de Málaga es una tierra preciosa, dominada por una arquitectura donde el blanco destaca por encima de cualquier otro color. Pueblos como Nerja, Frigiliana o la fantástica Mijas bien merecen un capítulo aparte y pueden ser un destino romántico perfecto, en el caso de que viajes en pareja.
Dejando de lado las Baleares o Canarias, la Costa Blanca alicantina y la Costa del Sol malacitana son sin duda las dos grandes mecas del ocio en la Península. Ciudades como Marbella, Estepona, Fuengirola, Torremolinos, Benalmádena o incluso Málaga capital son el paraíso de la diversión en verano, y el destino perfecto tanto para familias como para grupos de amigos.
Las costas españolas son el cielo para los amantes del pescado y el marisco, y la Costa del Sol no iba a ser menos en este ámbito. Nada como un buen arroz de marisco tras una jornada mañanera de playa, acompañado por un poco de pescado frito andaluz y una buena cerveza fría. La felicidad hecha comida.
Estos son algunos motivos por los que te motivamos para disfrutar de unas vacaciones en la Costa del Sol. Un clásico de las vacaciones en España con el que nunca fallarás.
